jueves, 14 de enero de 2010

Edificio del nuevo Capitole de Toulouse

El Capitole y el Parlamento de Toulouse

La familia Lamamye de Clairac aparece en todas sus generaciones francesas fuertemente vinculada con la institución del Capitoul de Toulouse y del Parlamento de Toulouse, habiéndose obtenido la nobleza por el acceso al cargo de Capitoul en 1.612 en la persona de Jean de La Mamye du Faur, el mayor de los nueve hermanos.

Hasta esa fecha existian en la familia Consejeros del Parlamento de Toulouse, Consejeros del Rey, Tesoreros Generales de Toulouse, Senechales, pero ninguno de esos cargos les posibilito el acceso a la nobleza.

Por ello, los La Mamye siempre fueron políticos o mejor dicho "Senechales", es decir, altos funcionarios del Rey y no es hasta mediados del siglo XVII, tras alcanzar la nobleza, que empiezan a vincularse al ejercito, precisamente en la persona de nuestro Etienne, su hermano mayor Andrés Gabriel (Caballero de la Orden de Malta y Capitan del Regimiento de Anjou en 1.687) y su hermano menor Philippe André (Mariscal de Campo, Capitan Grenadiers Major de Pignerol en 1.695, Lieutenant del Rey en Villefranche y Caballero de la Orden de San Luis).

Por cierto que de este último Phileppe André desciende el general Antonio Sata y Bussy, héroe de la independencia de Venezuela y Colombia (enterrado junto a Simón Bolivar, firmante de la Constitución y de la Declaración de la independencia y elector de la bandera de dicho país). El nombre de su madre era Nicolasa Bussy Lamamie de Clairac.

Acta de firma de la constitución Venezolana. El militar que se observa de pié, con pantalón blanco es José Sata y Bussy.

Por ello creo interesante comentar que eran estas dos instituciones que marcaron la vida de la familia desde 1.478 hasta nuestro días.

El Capitoul de Toulouse

Los capitouls (capitols en occitano) fueron durante la Edad Media y hasta 1789 los consejeros municipales de la ciudad de Toulouse. El establecimiento en el siglo XIV del Parlamento de Toulouse, que ejercía gobierno sobre todos los estados del Languedoc, redujo sensiblemente su poder.

Esta institución data de la época del conde Alphonse Jourdain, hijo de Raymond IV. Los consejeros del conde formaban junto a los jueces un concilio llamado el capitolum. Este colectivo se encargaba en los tiempos de las cruzadas de juzgar las causas entre mercaderes. Los miembros del mismo adoptaron con el tiempo el título de capitouls.

En 1.438, la ciudad de Toulouse es dividida en ocho distritos o capitoulats. Los capitouls son elegidos por un año el 25 de noviembre. A partir 1.645 es el rey quien nombra los capitouls desde París pese a las reticencias de la ciudad que considera ser la única con derecho a elegir sus magistrados.

El 14 de septiembre de 1789 marca el fin de la institución, los capitoulats son remplazados por quince distritos y los capitouls suprimidos.

La ciudad se dividía en ocho capitoulats. Cada Capitoul vestían un color en función del Capitoul que representaba (si bien las togas eran todas rojas y negras, colores que se convirtieron con el tiempo en emblema de la ciudad). Los Lamamie siempre estuvieron representando al Capitoul de Dalbade.

El Parlemento de Toulouse se formó partiendo del anterior consejo del rey, el Conseil du roi o curia regis.

Originalmente solo existía el Parlamento de París, que nació directamente del consejo del rey en 1.307. Tenía dentro de su competencia territorial al reino entero como lo era en pleno siglo catorce, pero no dio ningún paso para ajustarse conforme los dominios del rey iban en aumento.

En 1.443, después del alboroto de la Guerra de los cien años, el rey Carlos VII de Francia otorgó a Languedoc su propio parlamento con el establecimiento del Parlemento del Toulouse, el primer parlemento fuera de París; su jurisdicción se extendía sobre la mayor parte del sur de Francia.

Reunidos en parlamentos, los miembros hereditarios de la noblesse de robe provincial, eran la fuerza centrífuga más fuerte de Francia que era variada en sus sistemas legales, cobro de impuestos y costumbre, de lo que pudo parecer bajo la aparentemente unificadora figura del rey.

Todos los miembros del parlamento podían postular decretos regulatorios para la observancia de los edictos reales; también podían negarse a registrar las leyes que consideraran contrarias a los derechos fundamentales, las coûtumes locales, de las cuales hubo unas trescientas jurisdicciones en Francia, o que simplemente estuvieran fuera de tiempo. La pertenencia a esas cortes era generalmente comprada de la autoridad real y esa posición era hereditaria haciendo el pago de un impuesto al rey (la Paulette).

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